Zamagni: “Sólo un empresario loco o irresponsable puede decir que no le interesa la vida familiar de la gente. Esto es inmoral.” Ir al contenido principal

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Abierta la inscripción a la X edición del Máster Interuniversitario en Ética y Democracia

Abierta la fase de   preinscripción  a la X edición del Máster Interuniversitario en Ética y Democracia de la Universitat Jaume I, que cuenta con docentes de la talla de   Domingo García-Marzá ,   Elsa González-Esteban  y   Ramón Feenstra . Edificado sobre valores como la Innovación, la calidad, la proximidad, la participación y la mejora continua, el Máster en Etica y Democracia ofrece dos principaleslíneas de especialización: 1) Filosofía política, con materias que profundizan en diferentes aspectos vinculados con la teoría de la democracia. Sus contenidos capacitan al alumnado para desarrollar un pensamiento crítico aplicable a la investigación académica, la formación y a ámbitos profesionales como la administración pública, las organizaciones políticas y el periodismo político. 2) Éticas aplicadas, con contenidos centradas en el ámbito de la ética económica y empresarial y la Responsabilidad Social. Sus materias capacitan al alumnado un pensamiento crítico aplicable a la i

Zamagni: “Sólo un empresario loco o irresponsable puede decir que no le interesa la vida familiar de la gente. Esto es inmoral.”

Stefano Zamagni fue el encargado ayer de inaugurar el XX Congreso de la Asociación de Ética, Economía y Dirección, EBEN España, organizado este año en Valencia por la Fundación ÉTNOR para la ética de los negocios y las organizaciones. Como destacó la Directora de ÉTNOR, Adela Cortina, Zamagni no sólo es uno de los principales exponentes de la corriente de pensamiento conocida como Economía Civil, sino que tiene la especificidad de ofrecer “una propuesta propia y única entre el individualismo y el colectivismo de economía política. Un paradigma relacional que le proporciona un lugar propio, una especificidad en el conjunto de la ética económica y empresarial europea”.

Como destaca en su último libro publicado en castellano, Por una economía del bien común, la base de esta propuesta es la concepción de que “en economía se puede y se debe hacer algo para humanizar”. Desde esta concepción, para Zamagni el nuevo empresario del siglo XXI tiene que ser “un virtuoso, un artista”. “No podemos mantener un management del pasado en el presente, y el management no es una técnica, sino un arte. Si fuera una técnica todo el mundo podría ser capaz de hacerlo, y no es así”. Y es un arte relacional, de tratar con personas, para lo que “es necesario conocer sus sentimientos y emociones”.

Zamagni fue contundente al afirmar que un empresario no puede estar de espaldas a las emociones de sus grupos de interés y no preocuparse por su entorno. “Sólo un loco o un irresponsable puede decir a mí solo me interesa lo que pase en la empresa, no la vida familiar de la gente. Esto es inmoral.” Está es, según el profesor, la clave hoy en día de la responsabilidad social, la Responsabilidad Familiar de la Empresa o como se conoce en España, Empresa Familiarmente Responsable. Cómo armonizar vida familiar y vida laboral. “La mayoría de las empresas van contra las familias”, apostilló.

Pero tampoco los empresarios que se preocupan sólo por su empresa, aún teniendo estas cuestiones en cuenta, son buenos empresarios. “Éste es uno de los más peligrosos errores de los economistas, pensar que si las empresas individualmente hacen las cosas bien, el sistema funciona, lo cual es falso. Sería así si el mercado fuera perfecto, pero no lo es. El mercado es una institución imperfecta que necesita unas reglas del juego claras. Hasta ahora estas reglas del juego las estaban poniendo los mismos que las jugaban, y ya hemos visto los resultados. Tenemos la necesidad de una nueva ley del mercado, y por esta razón el comportamiento individual no es suficiente. La economía y la empresa tienen que contribuir al bien común”.

En conclusión, “el concepto de responsabilidad social de la empresa se tiene que modificar, porque no hay un fundamento ético” detrás, y para Zamagni si se practica la responsabilidad social sólo porque es conveniente, sin creer en ella, cuando no te convenga dejarás de practicarla. Hasta ahora la mayoría de las empresas han entrado en la RSE por una cuestión externa, porque no han querido modificar su gobernanza, su modelo. Y necesitamos una responsabilidad social fundamentada en la ética que vaya al carácter mismo de la organización. “Si no, no vale de nada”.


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