Carmen Ferrete, 17/12/10
¿Cómo promover la responsabilidad social a través de la educación? No sólo educamos a personas para ser profesionales, también educamos a futuros ciudadanos, a futuros consumidores y porqué no a futuros empresarios.
Aunque la educación cívica tiene una larga historia y tradición, sin embargo en España hace apenas dos años ha comenzado a preocupar en el Parlamento y a ocupar los titulares en los medios de comunicación. ¿Por qué este creciente interés? Dentro de nuestras fronteras el debate comienza cuando la última Ley Orgánica de Educación establece como obligatoria la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Entonces en España asistimos a un espectáculo lamentable que convirtió un asunto de interés general en un asunto partidista.
El rechazo a la nueva disciplina desde algunos sectores de la sociedad se da porque no se tiene claro el significado de ese saber llamado ética, que no es lo mismo que moral o ni mucho menos, moralina. La ética se ocupa de valores objetivos y universales. Ese conjunto de principios éticos compartidos sobre los que necesariamente tiene que asentarse la democracia, porque se trata de valores que permitan el pluralismo moral dentro de un marco de convivencia común y justa.
Es más fácil de lo que parece ponerse de acuerdo en determinados valores éticos. Y es que nos ha costado muchos siglos aprender: que la paz es preferible a la guerra, la libertad a la esclavitud, el saber a la ignorancia, que no es admisible el maltrato, la violencia o la explotación laboral. Se trata de mínimos compartidos que necesariamente hay que transmitir y trabajar en las aulas. Del mismo modo que se enseñan los contenidos universales y objetivos de las asignaturas de matemáticas, física o historia.
Realmente el origen de la asignatura se sitúa fuera de nuestras fronteras, en concreto en las diferentes resoluciones de la Unión Europea a partir de 1996. La reflexión entonces se iniciaba con una constatación: los valores cívicos están en crisis. El resultado, un déficit en la conciencia cívica democrática. Por eso Europa reclama al sistema educativo aborde contenidos como la democracia y sus valores éticos, los derechos humanos, la resolución dialogada de conflictos.
La educación es el bálsamo eficaz para todo tipo de dolencias, es verdad, pero tiene un gran problema, es una medida muy lenta. Pero, a mi juicio, es la más eficaz, sin obviar por supuesto otras medidas necesarias como las jurídicas, administrativas, penales, policiales, etc. Por eso los educadores no podemos actuar solos y mucho menos a contracorriente (que es lo que hacemos con frecuencia en las aulas).
Educar para la responsabilidad es una responsabilidad de todos, no sólo de los docentes. Por eso es necesaria una reflexión conjunta desde todas las instancias sociales y promover un consenso acerca del tipo de ciudadano que necesitamos. Yo creo que podríamos ponernos de acuerdo en el siguiente modelo de ciudadano: concienciado, autónomo, crítico, creativo, activo, participativo, solidario y, como consecuencia de todo ello, responsable (con capacidad de responder a los retos del mundo global).
Educar en la responsabilidad cívica consiste en un doble juego de, por un lado, conciencia y prácticas democráticas y, por el otro, la actuación y el compromiso colectivo de mejora de la realidad. Por eso educar ciudadanos y más aún ciudadanos cosmopolitas no es posible sólo por la vía racional es necesaria la vía vivencial, la puesta en práctica de trabajos que conlleven un progreso moral.
Los futuros profesionales, ciudadanos y empresarios que necesitamos también tienen que estar empoderados en una serie de virtudes que hasta hace bien poco pertenecía exclusivamente al ámbito de la moral individual. Virtudes cívicas como la empatía (el ser capaz de ponerse en el lugar de los otros); la compasión (la sensibilidad necesaria para el cuidado de lo humano y no humano); la motivación para iniciar la acción y la transformación hacia un mundo más justo; y la responsabilidad ante sus decisiones y comportamientos.
Para finalizar ¿qué legitimidad tiene una democracia sin ciudadanos o, dicho de otro modo, una democracia con ciudadanos sin democracia?
Desde luego, que hay que educar a las personas desde niños, tanto en escuelas como en casa, para tener una sociedad más responsable y más comprometida y que ayude al buen funcionamiento del mundo en general.
ResponderEliminarPor otra parte, respecto a la mencionada nueva asignatura Educación para la Ciudadanía, yo creo que no sería necesaria si toda la gente aprendiese y fuese educado con ciertos valores que respetan el medio, a las personas, animales, cosas....
Debemos comprometernos todos, en la medida de lo posible, para alcanzar el bienestar de todos sin afectar o dañar al resto. Debemos proponernos unos objetivos a corto plazo y alcanzarlos, en materia de responsabilidad social y en nuestra vida, todo ello partiendo de no perjudicar al resto.
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ResponderEliminarDe nada sirve incluir en el plan de estudios la asignatura Educación para la Ciudadanía, si después los niños/as llegan a casa y conviven con una serie de contradicciones que "hecha por tierra" todo lo expuesto en dicha asignatura.
ResponderEliminarEstá bien que haya un refuerzo extra en colegios, pero el problema de la educación actual, radica, sobre todo, en el núcleo familiar, unos de los grupos más influyentes en los individuos.
Ahora está de moda los padres cosmopolitas, esos que tras un intenso día, prefieren dejar a merced de los medios de comunicación la educación de sus hijos. Suena cruel, pero sólo hay que mirar las estadísticas, pudiendo observar que sólo el 30% de los padres españoles ven siempre o casi siempre la TV con sus hijos. ¿Y el 70% restante qué hace?
Con esto, no dejo en segundo plano la labor de la asignatura Educación para la ciudadanía, sino que lanzo unas palabras para la reflexión acerca de la educación del siglo XXI.
Hoy en día la educación es clave,y no solo hay que educar a los niños, sino que también es necesario inculcarles unos valores morales. Gracias a la introducción de esta nueva asignatura, "educación para la ciudadanía", nos permite enseñar a los niños a ser responsables y consecuentes en sus acciones.
ResponderEliminarPero no solo depende de esta asignatura que los niños aprendan a ser responsables socialmente, por que no es dependencia solamente por parte del profesor, sino también por parte de los padres y las relaciones que mantenga con el resto de la sociedad.
Estoy completamente de acuerdo en lo expuesto, todos los ciudadanos desde pequeños deben adquirir valores igual que adquieren conocimientos de matemáticas, lengua o ciencias. Está claro que es una labor que también depende de la familia y en la educación que les dan. Y que lo ideal sería que estos dos factores influyentes en la educación se complementaran. Ya que como bien dice Carmen Ferrete, “educar para la responsabilidad social es una responsabilidad de todos, no solo de los docentes”.
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que es una responsabilidad de todos y que tanto docentes como familia deben inculcar valores positivos a los niños desde pequeños y no me refiero lo los valores que ellos crean positivos sino los que sean consensuados por la sociedad. Me parece importante destacar que necesitamos una ética común para que se convierta en una ética aplicada. Es decir, que considero no solo se debe educar a los niños y no tan niños, con conocimientos específicos sino que hay que inculcar una serie de valores que demanda la sociedad. Porque luego tenemos un montón de gente especializada en puestos de trabajo muy importantes sin valores, que se limitan hacer su trabajo o peor aún no piensan en nada más que su propio interés para realizarlo. Un ejemplo de esto son los médicos que cada vez más dan un trato más frio al paciente haciendo ver su falta de humildad, los grandes empresarios que les da igual contaminar, experimentar con animales, explotar a niños etc.
Yo también creo que es necesaria una educación que incluya la ética y los valores cívicos. Pero sin adoctrinamiento ideológico. Se tendría que basar en unos máximos consensuados como pueden ser los Derechos Humanos Universales. Hay que tener claro desde la infancia valores como la tolerancia, la igualdad o la solidaridad.
ResponderEliminarIncluir a todas las capas sociales para un mayor activismo político y ser más partícipes como ciudadanos. Siempre con una conciencia crítica y fomentando cualquier tipo de participación ciudadana en las decisiones que nos afectan a todos como pueden ser las decisiones empresariales. Aunque esto aún nos queda lejos.
Siempre he estado de acuerdo con la educación de principios básicos, tanto morales y éticos, a los jóvenes desde pequeños. Veo la necesidad de que los jóvenes tienen que aprender lo que es la tolerancia, igualdad y otros valores desde bien pequeños para que en un futuro sean unos buenos ciudadanos.
ResponderEliminarMe hace gracia lo de la nueva asignatura sobre la Ciudadanía. ¿Qué hay entonces de una asignatura conocida también como Ética? Cuando yo era jovencito, recuerdo que nos daban a elegir entre Ética o Religión cuando ya estaba acabando el colegio de primaria. Yo, en mi caso, iba a Ética y la clase consistia en no hacer nada. ¿Por qué ahora si y antes no? Es algo que me cuesta entender. De todas formas, si esa asignatura es tomada enserio y es enseñada a los niños de forma correcta, será una buena asignatura para acabar de formar a la nueva generación. Pero además, creo qeu hay que concienciar a los padres para que ayuden en la labor de formar a sus hijos y que sigan con ello cuando los niños lleguen a casa porque sino, en mi opinión, además de derrochar el dinero no serviría para nada.
yo estoy en parte de acuerdo con Nuria Úbeda, si no hacemos nada esto va a ir a peor. Que mejor que concienciar desde pequeños a las nuevas generaciones. Aunque luego en casa se pierda parte de estas enseñanza, per mi parte creo que algo queda y que no todo los perros se parecen a sus dueños.
ResponderEliminarEl pasado mes de abril en uno de mis viajes de tren con destino a mi pueblo natal. Subieron al tren una pareja de unos 76 años. Lo que más me sorprendió, es que un vagón con más de 50 personas y gente de diversas edades nadie fe capaz de levantarse. Ni al ver, que yo mismo fui el primero que nada más los vi subir me levante. Pero lo mejor de todo es que la misma señora a la que le cedí el sito, nada más ver un sitio vacío me lo cedió ella mismo a mi y yo automáticamente a su marido. Y del mismo modo su marido.
Lo que más me sorprendió de todo es que todos escondieron la mirada en su libro, móviles y variedad de utensilios. Ojos que no ven corazón que no siente.
Lo mejor de todo esto es que vivimos en una sociedad en la que solo nos importamos nosotros mismo y solo no importa aquello que no toca de cerca. Aunque el sentimiento colectivo solo piensa en el carpe diem. Sin que no importe lo más mínimo la sociedad. I como comenta Agueda Yo también creo que es necesaria una educación que incluya la ética y los valores cívicos. Que son cuestión de todos.
Estoy de a acuerdo con la promocion de la reposabilidad social a traves de la educacion y ademas la veo necesaria hoy en dia ya que la sociedad actual se ha convertido en una sociedad caracterizada por el materialismo , la avaricia y el individualismo.No solo las empresas se deben de preocupar por ser socialmente responsables sino que tiene que ser una cuestion global que tiene que preocupar a todos los ciudadanos en general.Desde pequeños debemos conocer muy bien los valores eticos y morales que sirven para vivir en una sociedad mejor y mas justa , debemos saber ser socialmente resposables , debemos saber comunicarnos con los demas , plantear nuestras ideas , respetar las opiniones e ideas de los demas , respetar los derechos , la forma de vivir y de pensar de los otros,debemos ser responsables en todo lo que hacemos, consumimos, responsables con nuestro entorno.Para todo esto se necesita un cambio en la sociedad que tiene que empezar desde los cimientos, desde abajo,para ir creciendo y reemplazando el modelo social negativo que existe en la actualidad.
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