La investigadora del Instituto de Filosofía del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Concha Roldán ha reivindicado la actualidad del filósofo alemán Leibniz, cuando se cumplen 300 años de su muerte en 1716, de cara a afrontar la situación ética y política en la que se encuentra Europa. Roldán ha destacado la capacidad de anticipación del que ha calificado como último genio universal ya que, además de en el campo de la filosofía, Leibniz destacó en otras muchas ciencias siendo lógico, matemático, jurista, bibliotecario y político. Roldán ha ofrecido la conferencia «Ética y política en Leibniz: mejorando el mejor de los mundos» en el marco el XXI Congreso Valenciano de Filosofía que se celebra del 10 al 12 de marzo en la Universitat Jaume I con la participación de destacados expertos nacionales, investigadores y estudiantes.
Roldán señala cómo Leibniz «veía ya hace más de 300 años que Europa había conseguido avanzar mucho en desarrollo científico y tecnológico pero que necesitaba avanzar más en el desarrollo moral y de una ciencia política». Para el pensador alemán, según ha resaltado la filósofa, era fundamental la contribución del colectivo de intelectuales para alcanzar un progreso que fuera más allá de lo cuantificable y contribuyera al bienestar de todas las personas. Asimismo, Leibniz reivindicaba la necesidad de aprender y compartir avances con otras culturas como la china, en la que el filósofo alemán tenía gran interés.
«Ya entonces Leibniz entendía que todo proyecto necesita para su viabilidad del poder y hay que poner medidas para que éste no se convierta en un poder despótico», ha señalado Roldán, quien ha recordado la originalidad de algunas de las propuestas planteadas por el pensador alemán hace tres siglos, como la creación de un fondo monetario en el que los monarcas realizaran un depósito de caución que permitiera cumplir las sentencias de los tribunales en el caso de que estos fallaran en contra de los monarcas.
Roldán ha hecho además hincapié en la importancia del concepto de tolerancia a lo largo de la obra de Leibniz, explicando que «frente a la tolerancia en sentido negativo de ‘soportar’ sitúa la tolerancia en sentido positivo de ‘comprender’ que supone el respeto a los otros» y vincula a las libertades de creencia y de expresión, entre otras. «Pero la tolerancia para Leibniz también tiene sus límites, hay que respetar la libertad de pensamiento pero no abandonarla a sí misma», ha señalado Roldán.
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