Adela Cortina y Jesús Conill, Catedráticos de Ética de la Universidad de Valencia y fundadores de ÉTNOR, fueron los encargados de marcar el inicio del 20º Seminario ÉTNOR de Ética Económica y Empresarial.
Como destacó Emilio Tortosa, Presidente de esta institución desde sus inicios, y que precisamente ayer recibió el distintivo de “hijo adoptivo” de la ciudad de Valencia, “estos 20 años no son más que un acicate para seguir adelante con nuestra responsabilidad y nuestro gran objetivo: hacer de las empresas y las organizaciones en general un espacio ético en el que los valores tengan el papel que les corresponde”.
Tortosa también habló de las dificultades que estamos atravesando en el momento presente y precisamente por ese motivo esta edición del Seminario se dedicará a la cuestión de Revitalizar las empresas para construir una buena sociedad, o lo que es lo mismo, “de transmitir vitalidad o energía a nuestras empresas y a nuestra economía”. Ese es el reto de la Fundación hoy en día: “no vivir de los 20 años pasados, aunque tampoco olvidarlos; no tirar la toalla ante las dificultades y las incertidumbres que nos rodean, aunque sí analizarlas y conocerlas; sino seguir esforzándonos día a día por re-moralizar la empresa”, concluyó el Presidente.
Por este motivo, Cortina y Conill retomaron en esta primera sesión la cuestión de las metas fundamentales de la economía y la empresa. Por su parte Conill, experto en Economía Ética, destacó la importancia de recuperar “el sentido originario de la actividad económica, que no es otro desde la antigüedad que construir una buena sociedad mediante la satisfacción de necesidades”. El Catedrático también habló de la importancia de “recordar las veces que haga falta que no son lo mismo las necesidades objetivas, por naturaleza limitadas, y los deseos subjetivos ilimitados”.
Por su parte Adela Cortina hizo un repaso de los elementos explícitamente éticos que han ido aflorando en estos 20 años en el mundo empresarial y que son un gran avance de la ética en las organizaciones. Así destacó: los códigos éticos, auditorías y observatorios de la calidad ética de las organizaciones; los códigos de buen gobierno; la banca ética, banca solidaria, la inversión socialmente responsable, etc.; el comercio justo; el consumo responsable; la fuerza de los RR.HH como base de la economía del conocimiento; la idea de la empresa ciudadana; la economía y ética del desarrollo humano, ligado a las empresas; los microcréditos; la responsabilidad social, entre otros.
Para Cortina, “todos estos elementos están hoy en la calle y son irreversibles, lo cual quiere decir que la historia la hacen los hombres. Podemos incidir y podemos abrir nuevos caminos, podemos reforzar unas ideas que nos parezcan que van a crear una buena sociedad, porque la ética es al fin y al cabo un tema de innovación.” “Y ese va a ser nuestro camino a seguir como Fundación, trabajar para fortalecer esos ámbitos que nos parece que vale la pena fortalecer para crear una buena sociedad, y sin los que no podemos hablar de sociedades justas”.
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