05/02/09 Ramón Feenstra
Con la conferencia “The future of representative democracy” realizada el 5 de febrero en el Edificio Hucha de Castellón por parte del destacado teórico político John Keane, catedrático de la University of Westminster, continuaba el Ciclo de Conferencias “La Democracia hoy: el papel crítica de la sociedad civil” organizado por el área de Filosofía moral dentro del programa de doctorado “Ética y Democracia” de la Universitat Jaume I de Castellón.
John Keane, autor de numerosos libros entre los que destacan Media and Democracy, Democracy and Civil Society, Civil Society: Old Images, New Visions, y Global Civil Society? presentó algunas de las tesis más destacadas de su próximo libro The Life and Death of Democracy que saldrá publicado en junio del 2009 por la editorial Santillana.
Sin duda, una de las principales ideas que presentó este teórico, defensor de recurrir a la imaginación filosófica como recurso de mejora de las democracias actuales, fue la defensa del advenimiento de una nueva forma de democracia, un tipo de democracia que transforma la democracia representativa, y que es definida por el autor con el rótulo de democracia monitorizada: “un nuevo tipo histórico de democracia definida por el rápido crecimiento de numerosos tipos diferentes de mecanismos extra-parlamentarios, mecanismos examinadores del poder.”
Según presentó el teórico de la Westminster, estos organismos monitorizadores del ejercicio del poder político, entre los que se encuentran, entre otros muchos, los foros sociales, los blogs, la desobediencia civil electrónica, las páginas web dedicadas a examinar el abuso de poder, los consejos de consumidores o las asambleas ciudadanas, toman sus raíces dentro de los campos “domésticos” del gobierno y de la sociedad civil, así como en espacios transfronterizos. Estos organismos han venido a transformar completamente la arquitectura de la forma de gobernar, debilitando la adherencia central de las elecciones, de los partidos políticos y de los parlamentos sobre la vida de los ciudadanos y provocando que “la democracia está viniendo a significar algo más que la celebración de elecciones, aunque nada menos.” Y en la que la demanda central en la lucha por la democracia representativa “una persona, un voto, un representante” ha sido reemplazada por el nuevo principio de democracia monitorizada: “una persona, numerosos intereses, numerosas voces, múltiples votos, múltiples representantes”.
El teórico concluyó que la cercanía histórica de esta transformación nos dificulta ver el cambio que se esta produciendo, aunque también considera que la consolidación de la democracia monitorizada depende de la capacidad de afrontar en el futuro una serie de amenazas que acechan a la democracia.
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